sábado, agosto 25, 2007

Cámaras fotográficas e historia personal

Mi papá siempre fue aficionado a la fotografía, la casa parecía un museo, pues habían varias cámaras muy antiguas que habia usado en su juventud... incluso había una de cajón, con la que alguna vez jugamos tratando de entender como funcionaba. También tenía una de marca Paz, que al parecer era rusa y que sacaba fotos pequeñísimas.

En sus tiempo, cuando sacaba sus fotos de prueba, se daba el tiempo de anotar cada combinación de velocidad y abertura, datos que después anotaba al reverso de cada foto... Así, hay unas fotos con mucha luz en que parece que unos niños campesinos estan con manta y a pata pelá.

Así es como el sacar fotos siempre fue parte de nuestra rutina habitual y se me viene a la memoria una cantidad de fotos y hechos relacionados con esa antigua y alemana Photavit.

Recuerdo que como a los ocho años me regalaron mi primera camara fotográfica, era muy simple, sin zoom, sin flash, ni nada. Se disparaba moviendo una palanca que tenía al lado del lente. Recuerdo haber sacado algunas fotos con ella que aún andan por ahí.

No tengo idea donde puede estar esa cámara, quizá en que baúl de los recuerdos. Lo cierto es que en la media, usé muchas veces, la cámara de un primo, una Olympus XA, era espectacular, pequeña pero muy bien dotada. Muy buena cámara.

Tiempo después, cuando participaba en mi periódico, me compré mi primera cámara, una snappy de la canon. Una cámara automática, que funcionaba con una tremenda batería y que sacaba fotos muy buenas. Tengo muchas fotos con esa cámara, muchos recuerdos, especialmente de mis hijos cuando estaban mas chicos.

Sin embargo, esta cámara era un poco limitada para las fotos que necesitabamos en la publicación del periódico y como no tenía plata para comprarme la AE1 de la Canon (objeto de culto y deseo y con un parecido increible a la Photavit de mi papá), no me quedó otra que comprarme una Zenit, la cual hasta el día de hoy juraba que me la había perdido mi hermano, pero que al momento de armar este post, me entero que mis papás la tienen "guardada" (hace como 15 años).

No saqué muchas fotos familiares con esta máquina, era la cámara para el hualquino. No tenía nada automático y algunas funciones se realizaban de manera muy curiosa.

La snappy debo haberla utilizado hasta el año 2000. Muchas fotos para el trabajo, fueron sacadas con esa cámara, que después, via scanner se pasaba a los informes de las visitas a obra. A esta altura, ya era el turno de las digitales...

La primer digital que tuve, la Canon A 50, se la cambié a un amigo por el plano de un proyecto. Es una cámara de 1.4 MP, con zoom y flash. Funcionaba con una batería igual de grande que la snappy, pero recargable y las tarjetas de memoria eran del tipo CF, con una capacidad de 8 MB, así que había que descargarla rapidamente para poder volver a sacar otros fotos. Recuerdo que la primera vez que fui a esquiar, andaba con la cámara en el bolsillo de la parka y así de un momento a otro, ya no estaba. Al rato, la recuperé y las fotos, salieron como veladas...

Con el tiempo, comenzó a fallar la pieza que protegía el lente. Intenté abrirla, pero era un poco dificil y no la pude arreglar. Hace un tiempo me la pidió uno de mis hermanos... No he querido preguntar en que estado está.

Sin embargo, el desarrollo de la tecnología seguía corriendo y ya habían aparecido otras cámaras de mas capacidad. Nuevamente, hice trato con el mismo amigo y obtuve, por el mismo medio anterior, la Canon A75. Esta cámara era espectacular. Creo que ha sido mi favorita por su tamaño, que se ajustaba perfectamente a mi mano (para mi las cámaras digitales se deben disparar y maniobrar con una mano). Lamentablemente esta camara se perdió. No se si me la robaron o se me quedó por ahi, donde no habia quien me la pudiera devolver.

La cámara que tengo ahora, es la Canon A 95. Es muy parecida a la A 75, pero tiene mayor capacidad en MP y zoom. Sin embargo es mas grande y mas pesada. Igual se ajusta bien a mi mano, pero no es lo mismo...

No tengo registro de cuantas fotos he sacado, pero son muchas. Tengo recuerdos de muchas situaciones familiares, de amigos, de las obras y sobre todo de mis hijos en cada una de sus etapas. Algún día las revisaré y ordenaré todas...

viernes, agosto 17, 2007

De vuelta al colegio...


Bueno, no es precisamente de vuelta al colegio, pero si de vuelta a los estudios.

Hace algún tiempo, supe de la existencia de un Master en Cálculo y diseño de edificios, que se dictaba en la Universidad Mayor en Santiago, con profesores de gran experiencia y trayectoria en lo que es el diseño sísmico de edificios, algo que siempre me ha gustado.

Cada vez que recordaba la existencia del curso, imaginaba la posibilidad de hacerlo y me volvían las ganas de volver a estudiar y complementar los estudios universitarios, con algo relacionado y que tuviera peso.

Por lo mismo, envié algunos correos electrónicos al Jefe de Carrera, quien me respondió el martes recién pasado, que las inscripciones son hasta este viernes, ya que las clases se inician el proximo miercoles...

La semana fue increible. Hace mucho tiempo que no vivía una situación de tanta ansiedad. Me acabo de inscribir y el próximo miercoles a Santiago los boletos, de vuelta a estudiar.

La unica lata es el horario, dos días en santiago, todas las semanas y durante dos años, que me obligan a dejar la oficina "sola". En fin, espero que esto no me complique y pueda cumplir con el trabajo de la misma forma en que lo he hecho hasta ahora, satisfaciendo un anhelo de tantos años.

martes, agosto 07, 2007

Happy friday

En mi oficina siempre he tratado de que el ambiente sea agradable, con mucha preocupación por lo que le pasa a le gente que trabaja conmigo y tratando de que siempre se trabaje a gusto, que si hay alguna diferencia se arregle conversando.
Los horarios también son bastante flexible, privilengiando siempre el logro de objetivos, mas que el estar sentado trabajando, cumpliendo horas sin que la productividad aumente. En este contexto, es que les propuse instaurar el "happy friday" y así, todos los viernes nos vamos a las 14:00 hrs.
Ya han pasado dos semanas de este nuevo esquema y los comentarios han sido muy variados, pero muy positivos.... "no hallaba que hacer", "me toca ir al supermercado", "voy a ir a buscar a mi hija y llevarla al parque". En fin, ha sido muy agradable escuchar esos comentarios de parte de los que trabajan conmigo.
Por mi parte, me sentí extraño el primer viernes, caminando por las calles de Conce, vitrineando, buscando algunas cosas que necesitaba, viendo como todos seguían corriendo y viendo como se iba una tarde distinta. El segundo viernes, me fui a buscar los niños al colegio, fuimos a almorzar, pasear...
El dinero por el cual uno trabaja siempre ha sido importante, pero no es lo fundamental. Hay que tener claro que uno trabaja para vivir y no vive para trabajar.