lunes, julio 23, 2007

Perfumes e historia personal

Me gustó este tipo de recuentos, pues me ha traído muchos recuerdos y la verdad es que no se debe a que me llegó el viejazo, sino a que cada cosa que recibimos (por compra o regalo), se sitúa en un momento de nuestras vidas, por lo que tiene asociado una historia.

En cuanto a los perfumes, la verdad es que de niño y de joven, no fui muy adepto de los perfumes o colonias. En ese tiempo, ni siquiera sabía que existía una diferencia, gran diferencia, entre un perfume y una colonia. Recuerdo que usaba alguno de los que tenía un primo, flaño, kabuki, cuyo slogan, aún me acuerdo era "con kabuki todo puede suceder"...... Es de lo que me acuerdo en este momento.

Recuerdo también que mi tía alguna vez me regaló uno de avon, que no recuerdo el nombre. Una vez, mi primo, que visitaba anualmente la Fisa, llegó con un llaverito, con una pequeña botella de pino silvestre...

Ya de mas adulto (adulto joven obviamente), conocí la diferencia entre un perfume y una colonia.

El primer perfume que me regalaron, hace ya varios años, fue un safari de Ralph Lauren. Antes me había comprado un Carolina Herrera, que nunca me gustó, pero igual lo use. También tuve una imitación de algo, pero no me acuerdo de que. Igual me gustaba.

Tiempo después me compré un perfume que me gustó mucho, también de Ralph Lauren, el Romance, del cual también me queda un par de gotitas y que cuando me acuerdo me pongo. Cuando lo compré me regalaron algunas muestras, entre las cuales venía una de armani, He o lui, en fin, riquísimo y que finalmente terminé comprando. Tiempo atrás, me regalaron uno de Givenchy el Xeriuos Rouge y que tambien me gustó mucho.

En otra oportunidad, al entrar en una multitienda, me aplicaron un perfume. Sin embargo, en el momento, no senti su aroma. Al rato, lo encontré espectacular, así que me acerqué a una perfumería, en donde le pedí a una de las personas que atendían, si podría identificar el aroma. Era el armani, night, igual al He, pero en envase negro. Cuando compré este, me regalaron una muestra del Be delicious de la Donna Karan, y que también es muy rico. Debo haber hinchado mucho con que me gustaba, porque hace poco me lo regalaron, lo cual se agradece profundamente.

Una vez, regalé el Hot couture de Givenchy, era espectacular y otra vez, anduve a la siga de un Gabriela Sabatini, pero estaba descontinuado, igual encontré uno de la línea, que fue muy bien recibido. Es que se sentían tan ricos... Me gusta regalar perfumes.

Al comprar el Hot, me regalaron una muestra del Polo blue y otra del Miracle de Lancome, también espectaculares y espero tenerlos algún día. Creo que si pudiera, me los compraría todos, pero no se puede, con uno a la vez basta.

Hay olores exquisitos y cuando los sientes en alguien que te gusta, no hay nada mejor o cuando te acercas a saludar a alguien y su perfume te encanta, dan ganas de quedarse ahi. cerquita. Pero, por otro lado, me carga sentir un olor recargado, aunque sea del mejor de los perfumes...

jueves, julio 12, 2007

Calculadoras e historia personal

Hoy mientras tomaba el examen del ramo que dicto en la U y veía a los alumnos usando uns tremendas calculadoras, me acordé de las que utilice mientras estudiaba.

Recuerdo allá por el año '86 cuando entré a estudiar ingeniería en la Universidad de Concepcíon, la calculadoras programables Casio, la llevaban, especialmente la Fx 750 y la Fx 702p (creo), aunque también se utilizaban algunos modelos mas "tradcionales" como la Fx 4200P que no eran tan programables, sin embargo tenían funciones para realizar calculos repetitivos de forma muy simple. El lenguaje de programación era el Basic, que permitía realizar programas realmente utiles en todos los ramos.

La verdad es que por mucho tiempo solo vi esas calculadoras en las manos de mis compañeros y en las vitrinas de las tiendas. Así el primer año me batí solo con una calculadora científica marca Aurora (algo como la de la foto) y aún cuando aprobé todos mis ramos, siento que di mucha ventaja.

El segundo año, me fue pésimo y en cierta forma el no tener la calculadora adecuada me pasó la cuenta, por lo que hinché para que me compraran una programable. Mi sueño de entonces, era la Fx 750, sin embargo, me compraron la FX 720 p, una calculadora con capacidad menor a la Fx 750, pero con las misma prestaciones a la hora de programar, así que había que aprovecharla y vaya como lo hacíamos, realmente le sacaba el juego. Recuerdo que en alguna elección municipal, allá en la República y eramos "los periodistas" del "el hualquino", generamos un programa para de conteo de votos. Nos paseamos por todos los lugares de votación ingresando los datos de cada candidato y logramos obtener los resultados en el pueblo antes que nadie. Obviamente, esos resultados, fueron totalmente diferentes a los que habiamos obtenido en una encuesta que habíamos realizado días atrás...

Mientra algunos nos hacíamos pedazos con la Fx 730, apareció una tremenda calculadora con muchas mas prestaciones y memoria. Para la epoca, era un monstruo, era la PB 1000, si mal no recuerdo, tenía hasta impresora.

Mi actual socio y amigo de siempre, tenía la Fx 770 y pucha que sacaba pica con su calculadora. Le duró mucho tiempo, sin embargo, falló por su configuración, tipo libreta, falló de tanto abrir y cerrar.

Otro compañero tenía una Hewlett Packard, la primera que vi y que se transformó en objeto de deseo, permitía analizar curvas y graficos en su tremenda pantalla, lo cual era muy conveniente, se parecía a la financiera de la foto. Al final también falló de tanto abrir y cerrar.

Terminé la carrera con mi Fx 730, incluso la utilice mucho tiempo mientras trabajaba, hasta que una una vez la perdí en una micro. Se me cayó del bolsillo de mi chaqueta.

Por ese tiempo, allá por el '93, ya había aparecido otro monstruo, la Casio Fx 850p, que tiempo después derivaría en la Fx 880p. Por mi parte le había echado el ojo a las HP y me tincaba mucho, eso de la notación polaca, así que me compré la HP 48 G. Aún cuando nunca aprendí a programarla, me acostumbre a su uso y casi me morí, cuando el año pasado una pilas añejas, la mataron. Me compré una casio, de las mas rascas y no la tolero. es demasiada la diferencia, se nota hasta en la rigidez de las teclas. Es horrible.

Y así, ahora veo esos monstruos de calculadoras, la voyage de la Texas Instruments o la HP 49GII, con gran capacidad y funciones impensadas para una calculadora hace 20 años atrás, veo como mis alumnos teclean y teclean... Muchos, no saben programar, copian los programas y simplemente los usan sin saber que están haciendo o como funcionan.

Y después, al ver los resultados de las pruebas, se concluye claramente que la calculadora es solo uns instrumento. No es la calculadora la que entrega resultados equivocados. El problema, sigue estando entre la silla y el teclado.