El viaje a la laguna Cauñicú (cada vez que vamos a Chic
hintahue) ya forma parte de un rito. Un rito de peligro y exitación (ver post anterior). Peligro porque no he transitado un camino m
as peligroso que ese y exitante, porque la adrenalina fluye naturalmente con cada una de las dificultades del camino.
El camino tiene el ancho de una huella de vehículo, a un lado va un acantilado (en la foto a lo lejos y 150 m mas abajo se ve el estero que desagua la laguna) y al otro la pared del cerro, con tramos (curvas en subida) en que se pierde la visibilidad y la guía para subir es la pared del cerro.
Desde Chichintahue, son sólo 12 kilómetros, que se recorren
de ida en algo mas de 2 horas, producto de la complejidad del camino, de las patinadas, de las reparaciones que hay que ir efectuando cada cierto tiempo, del retiro de las piedras sueltas (producto de deslizamientos) que impiden el tránsito... en fin.
Esta vez, estábamos advertidos... "No vayan, el camino está cortado". "Un derrumbe se llevó el puente"... Pero, la porfía y la adrenalina pudieron mas y el domingo al medio día, partimos, con la secreta esperanza de que hubieran arreglado el puente o que fuera sólo un invento de los "paisas" para no ser molestados y nadie se aventure en sus tierras.
El camino, como siempre, cumpliendo con la expectativas, esto es, peligro, aventura y adrenalina. Muchas bajadas, subidas, riachuelos, piedras, barro, polvo y el puente... El puente. Cortado, cuasi arrastrado por un derrumbe de piedras, pero firme, bien apoyado y al fin... reparable para ser transitado por los vehículos. Y comenzó la reparación. Con algunas tablas y tablones que encontram
os a la orilla del camino logramos subir el nivel en el acceso y formar una rampa del ancho entre neumáticos, para poder subir.
Al rato, ya estábamos al otro lado y cada vez mas cerca de la laguna, esa laguna perdida y escondida entre las montañas y que misteriosamente atrae a quienes la visitan, aunque sea para estar algunos minutos en sus aguas, disfrutar de la vista, del aire, de los árboles y rapidamente tener que volver...
hintahue) ya forma parte de un rito. Un rito de peligro y exitación (ver post anterior). Peligro porque no he transitado un camino m
as peligroso que ese y exitante, porque la adrenalina fluye naturalmente con cada una de las dificultades del camino.El camino tiene el ancho de una huella de vehículo, a un lado va un acantilado (en la foto a lo lejos y 150 m mas abajo se ve el estero que desagua la laguna) y al otro la pared del cerro, con tramos (curvas en subida) en que se pierde la visibilidad y la guía para subir es la pared del cerro.
Desde Chichintahue, son sólo 12 kilómetros, que se recorren
de ida en algo mas de 2 horas, producto de la complejidad del camino, de las patinadas, de las reparaciones que hay que ir efectuando cada cierto tiempo, del retiro de las piedras sueltas (producto de deslizamientos) que impiden el tránsito... en fin.Esta vez, estábamos advertidos... "No vayan, el camino está cortado". "Un derrumbe se llevó el puente"... Pero, la porfía y la adrenalina pudieron mas y el domingo al medio día, partimos, con la secreta esperanza de que hubieran arreglado el puente o que fuera sólo un invento de los "paisas" para no ser molestados y nadie se aventure en sus tierras.
El camino, como siempre, cumpliendo con la expectativas, esto es, peligro, aventura y adrenalina. Muchas bajadas, subidas, riachuelos, piedras, barro, polvo y el puente... El puente. Cortado, cuasi arrastrado por un derrumbe de piedras, pero firme, bien apoyado y al fin... reparable para ser transitado por los vehículos. Y comenzó la reparación. Con algunas tablas y tablones que encontram
os a la orilla del camino logramos subir el nivel en el acceso y formar una rampa del ancho entre neumáticos, para poder subir.
Al rato, ya estábamos al otro lado y cada vez mas cerca de la laguna, esa laguna perdida y escondida entre las montañas y que misteriosamente atrae a quienes la visitan, aunque sea para estar algunos minutos en sus aguas, disfrutar de la vista, del aire, de los árboles y rapidamente tener que volver...
8 comentarios:
Que lindo lugar¡¡¡¡
En que región se encuentra???
Pucha!!!! basta de bosque y vengase por el norte rapidito...a
acompañarme en mi caminata ??????
And the Saga goes on...
Cuando uno no ve tanto verde, tanta agua de lagos y lagunas y la flora es solo cactus y cerros color chocolate... pucha que echa de menos nuestro "sure"...
Abrazo. I'm back.
te invito
http//inhinotep.blogspot.com
Bellas fotos como siempre...
aaaaaa yo = fui a acampar a la laguna cauñicu, pero subi a pie y con senda mochila, estabamos en el camino a trapa trapa y un mapuche nos dijo " no si es un ratito nomas, unas 3 horas" jajajaja error , caminamos todo el dia unas 8 horas y la laguna brillaba por su ausencia.
Pero la recompensa fue genial, es un lugar paradisiaco, unico, estube unos 4 dias pescando alli y compartiendo con los ariscos mapuches que alli viven.
Me parece que quienes tenemos la oportunidad de conocer estos lugares ya ala gente que alli habita tenemos una responsabilidad para con ellos, el mundo mapuche, dueños de estas tierras, y protegerlas contra los macabros intereses capitalistas.
ya eso nomas
chavela
interesante tu historia de aventura y adrenalina, pero me cargo la forma en que tratas a los pewenche,(la gente de cauñicu ) acuerdate que ellos son los dueños de esas tierras y ademas aprende a respetar las diferencias etnicas. vale. a ti te gustaria q te llamen chilenito o con cualquier otro disminutivo.
y me gustaria sabe quien eres.
tal vez te conozca.
atte.
pewenche.
PD: ojala no todos los que vean tu " de pasadita por la vida de cauñicu te compre lo que dices.
y lo digo en serio por que soy de allá y he vivido toda mi vida en cauñicu.
hola.
yo estuve en 2015 en las termas de chichintahue quise buscar el camino a la laguna pero nunca di con el, consulta es para el mismo lado de las termas o es otro sector.
Publicar un comentario