miércoles, abril 27, 2005

Fin de semana extremo


Era enero y llevabamos 24 días trabajando de corrido, los ánimos en la oficina no estaban de los mejores por el cansancio acumulado, aunque internamente había tranquilidad por lo que eso significaba ecnómicamente.
Se veía un fin de semana libre, había que aprovecharlo y desconectarse... como dice un logo por ahí... ¡Cerrar los ojos y a Pucón!
El grupo inicial estaba formado por 8 a 9 personas, dos autos y un panorama lleno de actividades para un fin de semana extremo.
Llegó el jueves y el grupo se había reducido a 4, Guido, Eduardo, Diego (mi hijo) y quien les escribe. Las excusas, fueron muchas, en general a varios no les habían dado permiso sus mujeres, otros que era mucha plata, en fin, excusas...
Partimos el viernes a media mañana, almuerzo pasado Renaico y a las cinco de la tarde en Pucón, buscando cabaña. A las siete ya estabamos instalados y a bajar al pueblo a programar las actividades.
Partiriamos el sabado en la mañana con descenso en rafting y en la tarde haríamos bicicleta, para finalizar el domingo con canotaje en el lago. Descanso total.
Ese viernes comimos algo en el pueblo y de vuelta a la cabaña a esperar el sábado, que amaneció bastante bonito y despejado.
El descenso partío con la postura de los trajes de neopreno, que nos hacían ver muy cómicos, casco y otros elementos. El grupo quedó conformado por nuestro grupo de cuatro, un argentino que se integró muy bien con nosotros y el guía. Ese día bajaban casi 40 personas en 6 balsas.
Yo había hecho el descenso hacía tiempo atrás y sentía que no se habían cumplido las espectativas, así que ahora iba mas relajado, preocupado del grupo y especialmente de mi hijo.
No se que cambió esta vez, pero estuvo espectacular, disfruté mucho con los rápidos y con el agua, pero no sería todo, hay una zona en que hay que bajarse de la balsa, caminar por el bosque y volver a la balsa, pero esta vez fue diferente. Para volver a la balsa, había que arrojarse al agua desde una piedra, de mas o menos 6 m de altura. La verdad, es que yo no me tiro ni "bombas" en las piscinas, menos "piqueros" y estaba ahí en el borde, pensando "que hago aquí", "esto no estaba en el panorama" y el guía tratando de apurar, taba muerto de susto... no quedó otra que cerrar los ojos y dar un paso, sentir el vacío y luego el agua...
Volvimos a la balsa, disfrutamos de otros rapidos y quedaba otra sorpresa de parte del gúia, "quieren bajar un rápido nadando" Por supuesto, Diego? si, Guido... por supuesto, Eduardo, si.
Los cuatro al agua, sin problemas, lo que no sabíamos era que Guido no sabía nadar, y que a pesar de ir con chaleco salvavidas, se sintió en peligro y empezó a pedir auxilio, entre Eduardo y el guía lograron subirlo a la balsa.
El viaje terminó como a las tres de la tarde, el hambre no estaba matando, volvimos al pueblo a comer algo y encontramos "lazañas extremas" (del porte de una caja de leche de litro) en unas bandejas cerámicas, teníamos mucha hambre, porque no quedó nada.
Volvimos a la casa, donde el cansancio nos tiró a la cama... dormimos a hasta como las ocho, las bicicletas quedarían para otra vez, pero había que hacer algo mas... Termas y allá partimos.
Llegamos a las nueve y estuvimos hasta como las doce de la noche, uy, relajo total, al final las piscinas eran solo para nosotros.
Pero ahí no solo habían piscinas termales, también hacían canopy... por lo que el panorama de canotaje fue cambiado inmediatamente por el descenso en cables. Ahí estaríamos al otro día a las 10...
Eso se los cuento en otro post.

10 comentarios:

Aynna Dannan dijo...

Qué weeeno tu fin de semana xtreme!! Yo que estoy más cerca ...pa arrancarme, nunca lo hecho.....mmmmmm....tendré que repensarlo...
saludos

Sandra Carrasco dijo...

Me encantaría hacer rafting alguna vez, estuvo entrete el fin de semana por lo que leo.
Por que sólo hombres?
Gracias por tu visita.

Oscar dijo...

sandra: ... en mi oficina somos 16 personas y sólo dos mujeres y el paseo era de oficina.

aynna: en realidad, a ti te queda bastante cerca, te lo estás perdiendo.

chaus

JotaPé dijo...

No sabís cuánto te envidio!!
yo nunca he hecho hueás extremas (a parte de correr en pelota por el cerro San Cistobal). Se nota que lo pasaron la raja!! felicidades

Saludotes

Marlencita dijo...

Lo màs extremo que he hecho, es materme a un monte con toititos mis sobrinos, y en los sitios que habìan puentes naturales con algo de altura, me lanzaba abajo y cruzaba a ras del suelo, arrastràndome como las culebras...Ni con abogado hago cosas como las que hiciste .......no no no no.....eso no es pa'mi.
Dejenme en tierrita. No me subo ni a una escala mecànica.
Chaus.....

Marlencita dijo...

Y nuestro Maurito està entre los que no obtuvieron permiso de la jefa????...........no lo puedo creer........jejejejejeje.
Chaus..........saludos a Mauro.-

Oscar dijo...

una de las cosas que me sorprendieron es que Diego, fue uno de los primeros que se tiró al agua desde la piedra, ni lo vi y "yo tratando de sacarle el poto a la jeringa"...

Isabel Llanten dijo...

Toc toc permiso. No hay como el extreme! y las sorprsas de la travesia (como ese "piquero") no son mas que parte de su gracia.

Adicta al rafting pero del Maipo (sin tanto merito como el de Pucon)

Saludo colega y coterraneo.

Q dijo...

yo quiero un poco de eso... nada más que aportar por el momento.

Marlencita dijo...

Cuando se es bien joven, casi niño, somos màs audaces.
Recuerdo que debo haber tenido 8 o 9 años, en aquellos años vivìa en mi pueblito, San Rosendo. Para ir a Laja, atravezàbamos el puente para peatones sobre el rìo Laja. Este bèndito puente estaba en muy mal estado, habìa trazos en los que no habìa tablas y no existìa baranda. Lo atravezaba como si nada.
Siendo adulta pasè por ahì en auto y casi me morì de la impresiòn........Como es posible que fuese capaz de cruzar eso!!!!!!.; no sè, no sè. Si me lo pidieran ahora, JAMAS!!!!!, y eso que ahora està en bastante mejor condiciòn.