Esto me pasó hace unos cuantos años atrás, creo que debo haber tenido como 8 ó 9 años. Estábamos de paseo con mi familia en Laraquete e íbamos como todos los días a la playa en patota.
Laraquete es una playa muy extensa y en el que se permite hacer camping en un espacio que queda entre la arena y una calle que corre longitudinal al pueblo. Por esta razón, es habitual que existan restos de fogatas y cenizas en esta zona.
No se de donde saqué la idea, pero se me ocurrió que si yo aplastaba bruscamente la ceniza, esta iba a saltar hacia arriba como un volcán y traté de probarlo, sin comprobar que bajo la ceniza superficial aún quedaban brasas...
Debo haber gritado mucho, el tema es que mi papá me tomó como pudo y me llevó al consultorio para ver la gravedad de la herida. Al otro día curación y de vuelta para la casa, a Hualqui.
Por suerte mis hermanos estaban aún chicos, así que no patalearon mucho, pero las vacaciones se acabaron ese verano.
Las curaciones siguieron por largo tiempo, la piel se recuperó totalmente y no me quedaron secuelas que lamentar. Si ahora alguien me pregunta cuál fue el pie que me quemé, en realidad, ya no me acuerdo. Creo que hoy voy a revisar entre mis dedos para ver cual fue.
Después de eso, al próximo año, la vuelta a la playa fue con mas cuidado y así es hasta el día de hoy, por suerte ahora las áreas de camping están mas controladas.
3 comentarios:
Uyyyy!!!!!!!!Hasta a mi me dolió la patita…¿En que estabas pensando cuando se le ocurrió semejante idea?..... Segurito andabas cazando pajaritos……como dice mi abuelita…”turururus”
Angelito..... la verdad es que una infancia sin accidentes o "cagadas" no tiene sabor...
No conozco Laraquete pero un tío me regaló una piedra cruz, que se transformó en un hermoso collar y anillo.... ojo que fue en los 80.. ahora creo que ni quedan...
saludos
Y despues nos quejamos de las embarraditas que se mandan nuestros nenes..........valor!!!!!
Chaus....
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